La vocación Secular es una respuesta a una llamada del Seiíor, donde la persona se siente atraída a vivir el camino de la vida Evangélica, que el Instituto le propone.
La secular Sagrada Familia continúa en su vida la vida de Nazaret, y de las primeras comunidades cristianas, en la búsqueda de solo Dios: vida de fe, de obediencia, de amor fraterno. De pobreza, de celo apostólico, todo ello, vivido con sencillez y mansedumbre.

Es una llamada que se dirige a mujeres con una madurez suficiente para disponer y dirigir su vida, capaces de ayudar a otros, de vivir plenamente la soledad. De tener una vida interior profunda, en pleno mundo.

"Nos comprometemos libremente, a seguir a Cristo en su
Abandono al Padre, a dejarnos transformar por su amor,
Consagrándonos a El, por los votos,
De castidad, pobreza y obediencia ".
(Constituciones árt. 14)


La ruptura que hacen con el mundo quiere decir que, exteriormente no ha variado nada, toda la transformación es interior. Su compromiso adquirido, se realiza a título personal, el grupo que las acoge no se responsabiliza de ellas. No se trata de que realicen obras determinadas, sino de tener una actitud. En sus vidas, está muy presente la contemplación.
Su vida es la de ser, no la de hacer. Buscan lo que el Señor quiere decirles, a través de los acontecimientos cotidianos: compromisos familiares, sociales, profesionales, en medio de los demás. Su consagración hace posible abrirse al amor universal, perfeccionando su calidad de servicio, promoviendo la fe de la manera que les sea posible.

Pueden vivir con la propia familia, seguir en su profesión, con sus mismas relaciones y vivir todo lo que deben vivir ... con Cristo y por amor a El.

Esta perfnanencia en los propios lugares, obliga a un discernimiento continuo para interiorizar el Carisma del fundador, para colaborar en el crecimiento y desarrollo de su obra, sin apoyo comunitario, bajo su responsabilidad.
Su vida discreta, silenciosa, perdida en el anonimato, es un aspecto de la vida de Nazaret. El Si de María. Es la respuesta que dan en el silencio, la sencillez, la fe y el amor.
En medio del mundo, la vocación secular es sencillez y discreción.
Sencillez en su vida cotidiana, en la discreción de su vocación.
Ejercen el apostolado de presencia: Procuran hacer, que Dios esté presente a los hombres y los hombres presentes a Dios.
Como fermento en la masa, en medio de los hermanos, quieren vivir su espiritualidad: "Solo Dios" al estilo de Nazaret.

La luz de su fe, se alimenta de la Eucaristía y la lectura, trabajando para hacer del mundo una sola y única familia.

"Su espíritu penetra en el Mundo, a través de nosotras.
Como la levadura en la masa, estamos destinadas a ser
Fermentos de salvación, presencia divina"
(Constituciones Art. 73)


La contemplación es un punto fuerte de su vida. Su Misión es la de toda la Familia de la Iglesia, procurando ser luz, para que los que las rodean descubran que El es su origen y su razón de vivir.
Su presencia es orante:

"Nuestra oración en el corazón del mundo, mantiene
Viva y verdadera nuestra inserción. Es a la vez escucha
De la vida de Dios en nosotros y escucha del mundo,
Para descubrir en él la presencia de Dios Salvador y
Dueño de la historia. Unida a la de Cristo, nuestra
Oración nos hace buscar el designio del Padre en las
Realidades concretas en las que estamos
Comprometidas y nos permite descubrir su significado Profundo y verdadero.
(Constituciones Art.53)


Quieren vivir la fraternidad, elemento esencial del Carisma, en todas partes, y para esto procuran estar disponibles a las necesidades; en medio de esta vida tan sencilla, y en apariencia, poco efectiva, construyen el clima de paz.

Se comprometen a vivir la fe en un grupo, que forma parte de un grupo mayor, que reúne vocaciones distintas, comprendiendo la riqueza de cada una y la complementariedad del conjunto, Todas son responsables, dentro de la llamada particular, a la vez que se sienten solidarias y complementarias.

Por el propio compromiso adquirido, el Instituto les ayuda a proftmdizar la fe y el Espíritu de la Asociación, abriéndolas así a la dimensión universal de la Iglesia.

La pertenencia al Instituto crea en la Secular una responsabilidad personal para vivir y difimdir el Carisma y, unidas al resto por este mismo Espíritu, viven la Familia de Pedro Bienvenido Noailles.

El funcionamiento del Instituto en España es:

Un Consejo Nacional compuesto por: una Responsable Nacional, con sus dos Consejeras y una Tesorera, que puede ser una de las consejeras.

Se relacionan a través del teléfono, correspondencia, visitas y encuentros programados. Al margen de aprovechar, siempre que haya alguna ocasión de encontrarse.

Reciben también información de todos los grupos, a través de Boletines y revistas de ámbito interno.

Trabajan y reflexionan sobre temas comunes remitidos por el Consejo General y también sobre temas que surgen en el propio País, de tipo político, cultural, espiritual. Es decir, todo lo que atañe a la vida de una Secular.

Por su pertenencia a la Familia de Pedro Bienvenido Noailles, otros temas a reflexionar son los comunes a las cuatro vocaciones que constituyen dicha Familia.

La persona que le interesa pertenecer a este grupo, tiene las siguientes etapas:
- Un discernimiento.
- La entrada en formación, hasta el primer compromiso.
- La segunda etapa, que la lleva al compromiso definitivo.